El bisulfito de sodio tiene varias aplicaciones en el campo agropecuario, principalmente como agente conservante, antioxidante y acidulante. Sus usos se centran en la protección y calidad de los alimentos para animales.
Se utiliza como un aditivo en la producción de ensilaje, que es el proceso de fermentación controlada de forrajes para su conservación a largo plazo.
Se añade a ciertos piensos y alimentos procesados para animales, especialmente en el caso de las mascotas.
Se utiliza en la industria avícola como un ingrediente en formulaciones para tratar el estiércol y la cama de los galpones. Actúa como acidulante para reducir los niveles de amoníaco (NH3) y el crecimiento de bacterias dañinas como la Salmonella, mejorando la sanidad y la calidad del ambiente en la granja.